martes, 16 de octubre de 2007

CARTAS DE SOLIDARIDAD INTERNACIONAL A LA CAMPAÑAS ANTI-TAURINAS 2007 EN PERU

- Barcelona, 14 de Octubre de 2007

De nuestra consideración:

La tauromaquia debe caer en desuso por una sola razón: porque causa un dolor injustificado a un ser sensible, el toro, un animal noble.

No hay justificación para conservar las tradiciones crueles porque no hay nada más degradante que la tortura en público y gozar de un espectáculo sangriento. Matar por diversión es lo más vil que podemos hacer como seres humanos.

La tauromaquia no se puede justificar ni en nombre de la cultura ni de la tradición, porque para todos los pueblos abandonar sus tradiciones crueles, bárbaras y primarias es dar un paso adelante, que manifiesta la voluntad de querer progresar hacía una civilización más auténtica y real. Si no hubiésemos perdido algunas tradiciones todavía se practicarían ejecuciones de personas en público, se harían linchamientos en las plazas y muchos ciudadanos no tendrían derecho al voto. La retórica taurina esta basada en unos mitos que son irracionales e incompatibles con las leyes científicas más fundamentales.

Algún día acabaremos con esta lacra de las sociedades latinas e ibéricas, sobre la cual todos deberíamos reflexionar, ya que el grado de civilización en que se encuentra una sociedad también puede medirse según como trate a los animales. La tauromaquia nos embrutece y daña la imagen de nuestro país, el cual permite un espectáculo violentísimo que está tipificado como delito en los países más avanzados del mundo y que cuentan con una mayor tradición democrática.

Con estas palabras en favor de la vida, enviamos nuestro total apoyo a nuestros hermanos peruanos y los alentamos en sus esfuerzos de seguir educando al público peruano para que todos juntos declaren un rotundo no a la tauromaquia y no a cualquier tipo de tortura.

Muy atentamente,

Francisco Vásquez Neira
Director, AnimaNaturalis España


- Buenos Aires, 14 de octubre de 2007

De nuestra mayor consideración:

AnimaNaturalis es una Organización Internacional para la Defensa de los Derechos de los Animales, con sede en España y oficinas en ocho países de Latinoamérica. Se encuentra en nuestro país desde Septiembre de 2004.

Es de nuestro conocimiento que desde el año 1760 cuando se construyó por orden del Virrey Manuel de Amat y Juniet, la plaza de Acho comenzaron las primeras corridas de toros y el 12 de Octubre de 1946 se inició la primera Feria del Señor de los Milagros la cual continúa en la actualidad.

En Argentina también existieron corridas de toros desde el siglo XVII y tuvieron como escenario a las plazas mayores. Buenos Aires tuvo su primera y modesta plaza de toros -la de Monserrat- en 1791, que debió ser demolida y a la que reemplazó, en 1799, la del Retiro.

Pero desde los albores de la etapa independentista el interés por las corridas fue decayendo paulatinamente. La última corrida en el ya caduco Retiro sucedió en 1819, hasta que en 1822 el gobernador Martín Rodríguez prohibió su realización sin el consiguiente permiso policial que solo podía autorizar la faena de animales descornados.

Esta circunstancia, que quitaba al espectáculo los estimulantes del riesgo mortal, concluyó por alejar a los ya dispersos aficionados, y las corridas se hicieron cada vez más raras, hasta cesar por completo con la que se realizó "a beneficio" en 1899, ocho años después del dictado de la Ley 2786 de protección de animales.

En la actualidad, las plazas donde se practicaban las corridas han mutado su estética y los habitantes de la ciudad ignoran su pasado.


La corrida de toros, es un simulacro de combate en el que los toros no quieren combatir. El espectáculo taurino resultaría imposible, a no ser por todas las torturas a las que se somete al pacífico bovino a fin de irritarlo, lacerarlo y volverlo loco de dolor. Son tradiciones que se realizan en ciudades y pueblos amparándose en añejos rituales y en supuestos santos patronos con la aprobación del pueblo y el silencio de la Iglesia.

Por lo expuesto anteriormente, consideramos correcta la solicitud de nuestros hermanos peruanos y apoyamos en todo lo solicitado para que el pueblo peruano pueda crecer sin maltrato a los animales.

Muy atentamente,

Verónica Cerrato
Directora, AnimaNaturalis Argentina


- Montevideo, 14 de Octubre de 2007

De nuestra consideración:

El Perú es un gran país, con paisajes únicos en el mundo, con una gran historia y una diversidad cultural envidiable.


Lamentablemente, todos los aspectos positivos de su país se ven opacados por el trato que reciben día a día los animales.

Cada vez son más los países que deciden promover una cultura libre de crueldad tanto en Latinoamérica como en el mundo entero. En Uruguay la tauromaquia y cualquier espectáculo que impliquen sufrimiento a los animales están prohibidos por ley desde principios del siglo pasado. Ya ha llegado el momento para que Uds. nuestros hermanos peruanos se unan a la lista de naciones progresistas, modernas y compasivas del siglo.

Nos sorprende ampliamente que un país hermano con una cultura tan rica como la peruana una minoría nefasta se empeñe en mantener tradiciones que embrutecen a la ciudadanía, convirtiendo en aceptable el sufrimiento de un noble animal por puro placer de quienes observan este desagradable espectáculo.


Lamentablemente, mientras existan espectáculos taurinos en el Perú no viajaremos, ni consumiremos productos peruanos.

Esperamos con ansias que se tomen medidas para cambiar el destino de miles de animales y con mucho orgullo apoyamos al movimiento anti-taurino de Latinoamérica y a los activistas anti-taurinos peruanos que dedican su tiempo y esfuerzos a erradicar esta lacra de la Edad Media liberando a su vez a todos aquellos que aspiran a establecer una verdadera cultura nacional.


Muy atentamente,

María Noel Silvera
Directora, AnimaNaturalis Uruguay



- Ciudad de México, 15 de octubre del 2007

De nuestra consideración:

La tauromaquia, presente en nueve países (de los cuales siete se ubican en Latinoamérica), es una de las más evidentes manifestaciones de retraso cultural y social: El hecho de exponer a un ser con plena capacidad para sentir dolor, torturarle y ultimarle para beneplácito de unos cuantos, representa un vicio social que atenta contra la ética de cualquier nación que se pronuncie a favor de la paz, la no violencia, el respeto y la compasión entendidos más allá de la especie a la que pertenecemos.

La tauromaquia es un espectáculo cruel que debe desaparecer de la realidad actual: Así como en el pasado lograron abolirse “tradiciones” que implicaban dolor y humillación para los seres humanos, hoy en día tenemos el compromiso moral de tomar acciones para acabar con la existencia de un espectáculo que no nos engrandece como pueblos, ni nos proyecta como sociedades pacíficas, mucho menos civilizadas.

El hecho de que un país albergue “espectáculos” taurinos devalúa radicalmente su imagen internacional: una de las consecuencias más comunes de esto es el boicot turístico, que acarrea pérdidas económicas y una proyección cada vez más debilitada ante la comunidad global. Esta realidad priva en México, uno de esos nueve países en los que matar toros y caballos para divertir es considerado una actividad legal: es frecuente entre los turistas extranjeros la visión de que nuestro país padece de un gran rezago en materia de protección a los animales, haciendo alusión –en primera instancia- a las corridas de toros. Esta situación es alentada por políticos y empresarios, pero no por el 75% de la población mexicana, que rechaza abiertamente la tauromaquia. (El porcentaje está avalado mediante encuestas oficiales).

Y es a nombre de todos los millones de mexicanos que desaprobamos la existencia de tradiciones retrógradas, denigrantes y evidentemente violentas, que AnimaNaturalis México se une a la lucha antitaurina impulsada en Perú y apoya plenamente esta campaña que no busca más que concientizar a la sociedad sobre todas las aberraciones que involucra la tauromaquia, y la pronta necesidad de abolirla definitivamente de nuestro contexto actual, para lo cual pedimos de la manera más atenta y respetuosa, que el gobierno peruano atienda a este llamado y se tomen acciones concretas, en aras a no permitir que Perú continúe siendo parte del problema, y no de la solución.

Por un mundo sin tradiciones crueles,

Claudia Ortega
Directora, AnimaNaturalis México


- 18 de Octubre del 2007

De nuestra consideración:

Santiago de Chile, Buenos Aires, Montevideo, se han declarado anti-taurinos y trabajaremos para que próximamente Lima, Ciudad de México, Bogotá, y Caracas dejen de ser sitios donde la tortura es un espectáculo.

Cuando una ciudad se declara antitaurina es porque la mayoría de sus habitantes se muestran contrarios a la crueldad infringida a un ser vivo en nombre de la tradición. Y pareciera que un buen ciudadano tendría que oponerse a ello, pero es muy difícil sacar de la indiferencia a las miles de personas que creen que con no asistir a las corridas de toros ya están haciendo algo.

Los defensores de los toros trabajan con organización, creatividad, paciencia y sobretodo voluntad. La voluntad de hacer que este mundo sea un lugar donde la tortura y el sufrimiento no sean aplaudidos ni recompensados, sino sancionados legalmente y reprochados moralmente.

La lucha por la abolición de las corridas de toros no es local. Lamentablemente son muchos los países latinoamericanos donde esto se lleva a cabo, enarbolando una bandera de españolismo y orgullo por “La Madre Patria”. Los animales están más allá de cualquier frontera o gentilicio, ellos no saben de nacionalidades y las tradiciones y las raíces les tienen muy sin cuidado; ellos sólo quieren que los dejemos en paz. Que respetemos sus vidas y los consideremos moralmente cuando tomemos decisiones que los involucran.

La Fiesta Brava, no es ni una fiesta ni un acto de bravura. En una fiesta los invitados tienen la intención de divertirse y si no lo logran son muy libres de retirarse, en la arena el toro no tiene esta opción, llegó ahí para morir, para que lo maten. ¿quién se supone que es el bravo, el toro o el torero? El toro es un rumiante pacífico que sólo desea huir de la plaza, el gran mito del combate entre el hombre y “la bestia” no existe, pues para pelear se necesitan dos y en este caso el toro no quiere pelear, se está defendiendo y trata de escapar. Se dice que el torero es un hombre valiente que arriesga su vida. Mentiras. El torero sabe que el animal estará desgastado, debilitado y previamente agotado y torturado antes de enfrentarse a él. El torero se acerca al toro no para mostrar valor, sino para que éste no lo vea y cuando se hinca teatralmente ante el toro, no corre ningún peligro, pues el animal interpreta esto como un gesto de sumisión y no ataca. Pura cobardía y farsa, eso es una corrida de toros, donde lo único real es el sufrimiento y la muerte de un ser vivo.

La tibieza de ánimos nunca ha salvado a nadie. No hacer un mal no es necesariamente hacer un bien. En una sociedad como la nuestra donde está tan de moda el discurso de la tolerancia, cabría pensar que hemos de ser tolerantes con quienes asisten a un espectáculo que a nosotros no nos gusta. Bajo esta misma lógica habríamos de respetar al vecino que pega a su esposa porque lo hace en la intimidad de su casa. No podemos respetar a quien está faltando al respeto a otro. Es intolerable que se maltrate a cualquier ser capaz de padecer dolor.

Una ciudad como Lima, no puede esgrimir el argumento de la “tradición” para seguir sosteniendo la violencia, la crueldad y el abuso. Por eso apoyamos a los compañeros limeños para que continúen con sus esfuerzos a favor del respeto hacia los animales, para que su ciudad no pueda sentirse orgullosa de torturar animales en nombre de la cultura.

En nombre de los activistas de los derechos de los animales, agradecemos a los limeños sensibles su rechazo rotundo a las corridas de toros y apoyamos su trabajo y dedicación.


Atentamente,

Dra. Leonora Esquivel Frías
Presidenta de AnimaNaturalis Internacional